martes, 21 de febrero de 2012

JIMENA SCHLAEPFER / Paisajes que solo existieron aquí…



Aún cuando el desarrollo de la obra artística de Jimena Schlaepfer ha abordado diversos medios  (como dibujo, pintura experimental, escultura en cerámica, bordado con hilo en cartón y video) el tema de su trabajo es un eje constante: la naturaleza como una fuente de motivos visuales y posibilidades de metáfora, personificación y alegoría. En las obras de esta artista la naturaleza se transforma en un escenario que puede ser habitado por lo fantástico; que busca confirmar, dentro del espacio de ficción que el arte hace posible, el eco de animismo que nos hace intuir e imaginar una posible vida secreta de las plantas y los animales. En este sentido, las obras de Schlaepfer pueden funcionar como una representación contemporánea de un tema que, desde el ámbito de la inventiva y el ensueño colectivo, cuenta con una larga tradición dentro de las artes plásticas y visuales desde la antigüedad hasta nuestros días. Dentro de los muchos elementos de juicio que se pueden utilizar para categorizar esta obra, aquel que apela al asunto de “lo femenino” sería muy limitado. Ciertamente, la obra de Jimena Schlaepfer es un síntoma de las temáticas y las referencias visuales que interesan a su generación, donde la fantasía y la ficción son concebidas como medios para analizar y comprender la realidad, a modo de confrontación, crítica, evasión e idealización.



En Paisajes que solo existieron aquí… Schlaepfer presenta una serie de fotografías tomadas a partir de montajes que realizo en el contexto de su espacio doméstico, interviniendo el mismo con papel y esculturas hechas con cerámica, cartoncillo y otros materiales. A modo de dioramas rústicos y agrestes, los paisajes creados por la artista han sido captados fotográficamente con el propósito de capturar una escena efímera. Estas imágenes funcionan como ventanas que nos permiten una visión de un mundo que hasta ahora existía solamente en la imaginación de la artista. Es esta una manera poco usual de abordar la fotografía, es decir, como un puente de transición entre la cualidad escultórica del primer impulso creativo que dio lugar a estos trabajos y el formato bidimensional de las obras que son presentadas al público. Se trata, en cierto modo, de un recurso técnico usado de manera ingeniosa que logra fungir como el puente necesario para pasar de nuestra circunstancia cotidiana al mundo alterno y subjetivo que la artista nos propone.

Axel Velázquez  


                                                                                  

















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