viernes, 24 de febrero de 2012

ARTEFAC-TOY · EL JUGUETE CONVENCIDO DE QUE TIENE VIDA · PABLO COTAMA


Tiene que haber sucedido algo, marca diablo, para que extrañamente se adscriba realidad a las cosas y, al mismo tiemop, nos movamos con tal naturalidad en el mundo de nuestras representaciones que ni siquiera anhelemos salir de él. Pero habría que observar cuan auto-evidente es lo dado, todo esto que tomamos como una obviedad, lo más cercano, ordinario, accesorio y accidental, en todo eso, por lo que normalmente uno no se rompe la cabeza, paradójicamente es posible hallar lo autentico y lo ¨ banalmente ¨ profundo. 

Incrustados en los caminos de esta inmensa red de coneciones equivocadas, bien conservadas y transitables, que ofertan las mismas trampas para todos, - en la que lo cotidiano es que todo se vuelva invisible - podemos encontrar gigantescos y llamativos ¨ señalamientos ¨ de plástico al temple color neón que toman lo más representativo de la banalidad inyectada en los juguetes para utilizarla contra sí misma, pues vacuos y precipitados a llenarnos hasta el hartazgo de todo tipo de imágenes de cualquier medio, somo de este mismo modo impactados, burlados, atraídos y encantados al chocante juego alegórico sobre la condición humana que presenta Pablo Cotama en su serie pictórica ¨ Diantres soy un juguete ¨ Terribilis locus es iste. 


De las cuatro nobles verdades chihuahueño 1 / Temple magro sobre lino / 90 x 90 cm 2007

Sin recurrir a experiencias ultr-físicas, profundamente emocionales o elevadamente filosóficas Cotama atraviesa el umbral que va de lo vano a lo profundo, tan simple como lo realiza un niño al jugar: en un doble proceso simbólico toma como motivo de su obra a un juguete de plástico llamado Max Steel, prototipo del hombre perfecto; exaltando y frenando instantñaneamente la acción de dicho artefac-toy, configura minuciosos escenarios barrocos, divertidos y absurdos, que lleno de encrucijadas nos incitan a atravezar en zig-zag un laberitno de aglutinaciones visuales, conceptuales y materiales que - desde un sentido literal, pero ambiguo - paradójica e irónicamente conducen hacia una perspicaz observación del estado del hombre. 

Jugando a ser un banal artífice de imágenes, Cotama, utiliza los objetos, máximas y representaciones que ha visto en la televisión a fin de hacer explicita la ahuecada circunstancia de un muñeco inanimado. Exaspera y choca, por un instante, la historia de esta marioneta cableada del ¨Yo¨ que atascada caótica y precariamente pugna por arrancarse de todas sus ligaduras, cuerdas sin fin, garrotes, nudos corredizos, escuadras, cabrestantes y Gusiguanos. Todo esta maniobra de monos con pretención de refrenar encadenadas las conciencias que quieran liberarse de su noción particular de hombre (en el plano físico, orgánico, intelectual, psicótico o sensorial). Quizá sólo por muy diminutos segmentos se contemple la posibilidad de despertar bajo un agudo incitamiento sobre nuestras cabezas. 


Regrabable alotropía / Acrílico y pintura plástica sobre tela / 1.8 x 1.8 m 2005

Pero mientras tanto el brillo cegador de los colores, plastas musculosas, monstruos gigantes escupiendo llamas doradas, fuego, alarmados ladridos de perro chihuahua, sumbidos irritantes de mosquitos, y de un salto pendular en patineta sujeto un elefante, siempre un mismo y varios Homo-Maxpiens, vencedor     X-box samurai que habiendo batallado contra cerdos y terribles moscas, sediento y sin mucho temple, cae escusado, colgado de cabeza, sin cabeza, aplastado por su ¨Mi Greatest fucking arte¨. Así, en ruinas, embarrado de chicle queda hasta el máximo depredador prehistórico en trozos; en fin, después de tan triangulado accidente y una cirugía de corte cerebral, sin perder completamente el estilo, aun en sueños, él sigue en trapicheos, batallas armadas vs. dragones medievales en el reino del ¨ King Chango ¨.

En un solo instante Cotama acaba por romper sus juguetes convencido de que tienen vida e intenta acercarse al límite último de la ilusión humana cuando no descubre más que la parte hueca del muñeco. 


Citric cherry coke / Pintura plástica sobre lamina de plástico / 1.2 x 1.5 m 2006

Así, con una clara observación de lo patente, con la simple descripción del uso naturaleza y disposición de todos los elementos y jugando a descifrar las posibilidades de sentido en los títulos y las frases de las pinturas, es como quizá podamos acercarnos a las alegorías que contienen los cuadros y comprendamos su sentido ¨oculto ¨. Sin embargo, el trabajo del espectador y el de su autor es justamente más, un trabajo sobre uno mismo, sobre la propia concepción, sobre como ve las cosas uno, y lo que reclama de ellas. por ello lo que los cuadros quisieran mostrar posiblemente sólo lo comprenda quien piense y observe por sí mismo, o bien aquel que de algún modo se encuentre bajo similares ángulos de reflexión. Los cuadros son simples recordatorios y el punto cardinal es todo lo que no se pinta. 

Sujaila Carabá
Doctora en Bellas Artes. Universidad de Barcelona. 


Citric cherry coke / Detalle

No hay comentarios:

Publicar un comentario