jueves, 17 de enero de 2013

LA BELLA MENTIROSA - JEANNE SADE PALOMBO en la Galería Distrito 14 DF




- Liz: No es la carne lo que es impúdico,n o es la desnudez... es algo más.Diálogo de la
película La Belle Noiseuse de Jacques Rivette
¿Cuándo una pintura está terminada? ¿Qué pincelada será vista como última, la necesaria para que los fines del cuadro hayan sido alcanzados? ¿Es realmente posible capturar toda una vida en el lienzo de una pintura? ¿Simplemente con unos pocos trazos de pintura?
El proceso de pintar estos retratos/autorretratos surgen de un acto vital - una especie de convulsión - del sujeto de la obra, la artista y su modelo. El delirio de los sentidos, la afirmación del gesto y del color como un medio. Una pregunta inevitable para la artista: los límites del arte. Límites que funcionan como verdad absoluta y alteridad extrema, lo visible y tangible de un cuerpo que es capaz de ver, pero termina por no ser representable, en esencia, la representación pictórica, es ciertamente una imagen. ¿Pero qué tipo de imagen?
Según Georges Didi-Huberman, a partir del relato La obra maestra desconocida de Honoré de Balzac, ve el significado de la imagen pictórica en el pintor Frenhofer y su lucha para encarnar la “otra” naturaleza en su pintura. Asimismo, Jeanne Saade Palombo muestra la “otra” imagen de sus modelos retratados, un deseo oculto de exhibir y poseer lo más íntimo e inefable, con el fin de producir una pintura encarnada con ánima.
Texto Carles Asensio.