Galería Casa Frissac
México D.F. 2009
Durante el recorrido, un compendio circundante y reposado
chispea corriente abajo llegando al cielo.
Cuando se abstrae la rotación en parálisis, las gotas hacen mar.
Del mar las aves y de las nubes los puntos pulpo que le abrazan.
La reproducción como pálpito constante que gira preservando el
baile; como cuando se moja el suelo y se llenan los vasos.
Pero las ruedas que no se conducen se empañan mientras los
peregrinos de atrás duermen haciendo viaje.
De todos modos, ya no llueve tierra y lo que persiguen las calles,
siendo lo mismo que lo que refleja la huella, el objeto o este
momento, pues también volará.
Sara H. Peñalver
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